Teatro breve
ISBN: 84-96806-99-5
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Para aquellos aficionados y amantes del teatro que andan buscando siempre obras pequeñas que puedan presentar en certámenes, en exámenes de acceso a alguna academia de arte teatral -realizando así sus sueños de convertirse en actores-, o simplemente para quienes desean poner en escena algo sencillo y de una cultura diferente en sus pueblos…
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Para aquellos aficionados y amantes del teatro que andan buscando siempre obras pequeñas que puedan presentar en certámenes, en exámenes de acceso a alguna academia de arte teatral -realizando así sus sueños de convertirse en actores-, o simplemente para quienes desean poner en escena algo sencillo y de una cultura diferente en sus pueblos… Aquí tenéis veinticuatro obras teatrales tremendamente cortas y más largas que la vida misma, aunque tal vez estaría bien que supierais el motivo que me llevó a escribirlas: "Mi pequeño y único hijo, al que nunca dejaba salir de casa, ni siquiera para ir a la escuela por miedo a perderlo en una desgracia inesperada -también temía que adquiriera una mala educación de los niños de la calle- un día, intentando convencerme para sacarlo de su aislamiento, me dijo: - Papá, llévame para ver uno de tus espectáculos. Pero no tardé en matar su ilusión de vivir el ritual que implica ir al teatro cuando le dije: - ¿Y qué te parece, hijo, si hacemos teatro aquí, en casa? - ¿Se puede? Me preguntó extrañadísimo. - Claro que se puede. - ¿Cómo? - Por la magia del teatro. Tú, sólo cierra tus ojos y verás. A partir de entonces empecé a escribirle obras breves, con pocos personajes, y que pudiéramos representar los dos, en nuestro hogar. Así convertimos todos y cada uno de los rincones de la casa en escenarios: el sofá, el suelo del salón, la terraza, etc., y él, disfrutaba como un enano, gritando cada vez que terminábamos una representación: “¡Ala, qué magia! Hemos hecho teatro sin ir al teatro.” - Sí, hijo, la imaginación es la magia del teatro”. ¡Qué duro es, descubrir, después de escribir estas palabras, que nunca tuve hijos, pero sí, la magia del teatro!