El sermón del fuego

Más de quinientos toxicómanos se concentran al día en el madrileño barrio de Embajadores. Esperan a las cundas, taxis ilegales que les permiten llegar hasta el camello. A raíz de una de las múltiples noticias sobre este tema, nace la idea de un drama centrado en la relación de un cundero y su cliente, en los conflictos que crecen entre ambos a lo largo de un tortuoso viaje en busca de la salvación momentánea.

El Sermón del fuego puede interpretarse como una revisión contemporánea del mito griego de Caronte, el barquero que conducía las almas hasta el inframundo a través de una escritura fluida y sin prejuicios, Néstor Villazón redunda en el agónico transitar de la vida desde una perspectiva lúdica e irónica, en la que no faltan el humor y la locura.