Un hombre de cinco estrellas

Mi inicio en el teatro -'El navegante', 'La libertad esclava'- prueba que mi iniciación natural no se dirige hacia la comedia amable y divertida. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la situación actual del teatro español no es la más adecuada para cultivar temas dramáticos y trascendentales. 'La libertad esclava', por ejemplo, jamás habría sido aceptada por la empresa privada de no mediar una cuantiosa subvención estatal.

Esto me indujo a intentar la comedia, un género que cuando alcanza un alto nivel de calidad, como en los casos de Sacha Guitry, Ferenc Molnar, Miguel Mihura o Neil Simons, siempre me había gustado, aunque lo considerara dificilísimo. Los resortes para emocionar paracen elementales, evidentes y nada misteriosos; los mecanismos para hacer reír corresponden a una mentalidad punzante y agresiva cuya técnica es difícil de aprender. Confieso que con 'Alta seducción' y 'Un hombre de cinco estrellas', la experiencia fue inolvidable. Hacer reír te otorga el don casi divino de poder borrar durante dos horas todo vestigio de preocupación o enojo en la gente que te escucha, concediéndole a cambio el consuelo del olvido y la felicidad. Y debemos reconocer que eso no es nada desdeñable ni fácil... aunque algunos críticos crean que sí.

PERSONAJES: (7 personajes. 1 hombre, 6 mujeres)
Ricardo
Beatriz
Sofía
Águeda
Señorita 1ª y 2ª
Señorita 2ª

Personajes Obra 1