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Enrique IV (Partes I y II)



ISBN: 84-670-2247-7

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Enrique IV, de la casa de Lancaster, tuvo un gobierno convulso, con varios frentes de batalla abiertos en su reino. Fue precedido por Ricardo II, al que desbancó, y sucedido por su hijo Enrique V. Las dos partes de que consta su biografía en la obra de Shakespeare, sumadas a la precedente y la posterior, forman una de las dos grandes tetralogías sobre la Historia de Inglaterra.

Las dos obras incluyen al personaje de Sir John Falstaff, uno de los más recordados de su autor, que también aparece en la comedia Las alegres comadres de Windsor, y (sólo nombrando su fallecimiento) en el drama histórico Enrique V.

Primera parte

Ha pasado un año desde el final de la obra anterior (Ricardo II) y el rey planea ir a las Cruzadas, como prometió. Pero contiendas locales se lo impiden. Además, muestra su envidia de Northumberland, por tener un hijo, Percy, buen caballero; no como el suyo, Hal (futuro Enrique V), que es un libertino.

El príncipe Hal (que desde el principio declara que se corregirá) prepara una trampa para burlar a su amigo Falstaff, un viejo borrachín y ladrón. Mientras, los nobles, encabezados por Northumberland y su hijo Percy, conspiran contra el rey. La broma contra Falstaff surte efecto: resulta robado tras robar él a unos viajeros. Un emisario del rey llega a la taberna de la Cabeza del Jabalí, con las malas noticias de la conspiración.

El principal sedicioso, Percy Hotspur, se despide de su esposa, que quedará en compañía de la gentil dama de otro sublevado, Mortimer. Lady Mortimer sólo habla en Galés, y su esposo, sólo en inglés. El padre de ella traduce sus dulces palabras para su marido. Entonces Percy le pide a su mujer que, imitando a la otra, se preste a que él repose la cabeza en su seno. Ella le rechaza y él le dice que le gustaría entrar en el lecho de la dama galesa. Todas estas discusiones con su agria esposa animan aún más a Percy a salir a combatir cuanto antes.

El príncipe promete a su padre que dejará la vida licenciosa y éste lo lleva consigo a combatir contra los sublevados. Hal incluye a Falstaff en su ejército como capitán de infantería. Falstaff reúne un batallón de harapientos, que pronto mueren en la batalla. El príncipe Hal mata a Percy, y Falstaff, que se ha hecho el muerto mientras, se atribuye la hazaña. El rey ordena ejecutar a los rebeldes apresados y se dispone a reconquistar lo que aún resta.

La obra resulta aburrida, excepto en los felices momentos en los que aparece Falstaff con su jocosa rotundidad de sabio borrachín y mentiroso.

Segunda parte

El conde de Northumberland, que no había participado en la batalla, recibe la noticia de la muerte de su hijo Percy, pero aún confía en las fuerzas sublevadas del Arzobispo de York. Se anuncia a Falstaff que debe ir a luchar contra Northumberland y el Arzobispo. Mientras, los rebeldes miden sus fuerzas y cuentan que los soldados del rey están divididos en tres frentes: Francia, Gales y contra ellos, lo cual reduce el número de soldados a combatir.

Nothumberland, por su parte, se va a Escocia -y no al frente de batalla- a esperar cómo transcurren los acontecimientos, aconsejado por su esposa y su nuera viuda Lady Mortimer (que, por otra parte, parece otro personaje distinto al de la obra anterior, debido al modo tan sentido con que llora a su marido muerto).

El príncipe acude a la posada para volver a bromear con Falstaff, que está acompañado de Doll Tearsheet (Dora Rompesábanas), una puta de buen corazón que le quiere bien. Pero pronto los mensajeros llaman tanto al príncipe como a Falstaff, porque se reanuda la guerra.

En el Palacio de Westminster, el rey está enfermo y no puede dormir (lo que le sirve para hacer un brillante discurso al respecto). Recuerda cómo su predecesor Ricardo II vaticinó que Northumberland, primero amigo y después traidor, repetiría su traición contra él. Luego repite su intención de visitar Tierra Santa. Falstaff recluta a sus hombres, a cuál más estrafalario.

Las dos facciones en liza parlamentan, y la del Arzobispo envía a la del rey una carta con todas sus peticiones para deponer las armas. El príncipe Juan, hijo del rey, acepta todas las condiciones de los rebeldes en una amable reunión. El ejército rebelde se desperdiga contento, y entonces Juan manda apresar al Arzobispo y a los nobles sublevados.

El rey, rodeado de dos de sus hijos (Humphrey de Gloucester y Thomas de Clarence) y del conde de Warwick vuelve a declarar su propósito de partir a las Cruzadas cuanto antes, pese a su enfermedad. Le dice a Clarence que por qué no está con el príncipe Enrique, y éste le contesta que está en Londres con sus compinches. Warwick defiende al príncipe. Las buenas noticias de la victoria (también se ha derrotado a Northumberland), lejos de mejorar la salud del rey, la empeoran. Llega el príncipe Enrique, que se queda velando el sueño de su padre, con la corona en la almohada. Pero se la pone, el padre despierta y le echa una bronca fenomenal. El hijo le pide perdón, el padre lo acepta, le aconseja que cuando sea rey ocupe a los posibles oponentes en guerras extranjeras, y el rey va a morir a la sala llamada Jerusalén: su lugar de viaje nunca llevado a cabo.

El Justicia Mayor del Reino, que había metido en la cárcel al príncipe (actual rey), los otros tres hijos de Enrique IV (Juan de Lancaster, Clarence y Gloucester) y el resto de los nobles, temen las acciones del nuevo rey Enrique V. Pero éste mantiene al Justicia en su puesto y declara que con la muerte de su padre se ha enterrado también su locura juvenil.

Falstaff recibe con suma alegría la noticia de la muerte del rey y acude a la coronación de su amigo, el príncipe Hal. El ahora rey le dice: "No te conozco, anciano" y lo destierra. Para finalizar, el príncipe Juan vaticina que en los tiempos que vendrán, habrá guerra contra Francia. Según indica el texto, un bailarín recita el epílogo, en el que se anuncia que las aventuras de Falstaff tendrán continuación.

Una obra más amena que la primera parte y con fragmentos de más calado, sobre todo hacia el final (y eso que en su tiempo fue menos popular que la otra, y la crítica la sigue considerando peor). En la trama secundaria, aparecen personajes interesantes alrededor de Falstaff, como la posadera, la prostituta o el juez de paz.

Editorial Espasa. 


Personajes Obra 1

Personajes+20
Hombres+20
Mujeres3
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Ficha técnica

Editorial
Espasa Calpe
Personajes
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3

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