Fundamentalmente fantasías para la resistencia
ISBN: 84-9041-468-8
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Sinopsis
KYIV, marzo de 2022. Patricia es una autora y directora de teatro que ha convertido el local de ensayos de su compañía en un refugio. A pesar de la invasión rusa, sigue creando historias para mantener unidos a sus seres queridos y alejar a su hija Olena de los comités de defensa. La directora propone inventar una obra que se titule Pin, Pan, Putin. Aunque ensayar durante una guerra supone una gran dificultad, la compañía avanza en la construcción de la historia. Sin embargo, a partir del momento en el que muere el personaje de Putin, todo se transforma en un gran caos.
Nota del autor y director
El 24 de febrero, mientras Putin mandaba sus tanques contra Ucrania, teníamos ensayo general de El Golem. Parecía que nuestras alusiones a la guerra eran de esa misma tarde. Lamentablemente, la guerra forma parte del día a día de la humanidad.
Cuando se produjo la invasión, yo estaba escribiendo otra historia y la conmoción me paralizó. Sin embargo, el título seguía ahí y me servía de refugio: Fundamentalmente fantasías. El título me sirvió de refugio porque el humor es la mejor herramienta que conozco contra la violencia, y la fantasía es esencial para poder escapar y así entender la realidad.
Para hacerlo necesitamos crear ficciones, que se convierten en laboratorios de lo posible e imposible, de los hechos y los prejuicios, de las metáforas y la áspera realidad. Cuando decimos que la realidad supera a la ficción, estamos mostrando nuestro asombro por comparación. Le pedimos mucho a la ficción, le pedimos que supere a la realidad en giros, personajes y posibilidades. Le pedimos a la imaginación humana que sea más grande que la imaginación a la que pertenece la realidad, la de los dioses.
El final del título (para la resistencia), llegó cuando uní a Fundamentalmente fantasías el deseo de escribir conectado a las emociones que me producía la guerra, incluida la necesidad de no obviar la tragedia. En la obra hay una lucha entre comedia y tragedia que expresa un dolor infinito frente al mal y a la destrucción, y también una reivindicación de la inocencia. A veces pienso que al hacer teatro me convierto en un espeleólogo que baja a las profundidades de las grutas de mi corazón en busca de un pequeño rastro de inocencia.
Fundamentalmente fantasías para la resistencia cobró sentido final cuando conocí en Madrid a Anabell Sotelo del ProEnglish Theatre de Kiev. Al leerle el inicio de la obra, su bendición diluyó el pudor y el miedo a meterme donde nadie me llamaba y me lancé a seguir a la fantasía para encontrar lugares de libertad y de fuerza para resistir.
Alfredo Sanzol
Alfredo Sanzol
Autor y director de teatro, licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la RESAD, su obra se caracteriza por el uso del sentido del humor, la búsqueda de un estilo formal propio con el que plantear los problemas de su biografía personal y social y el compromiso con la investigación de nuevas estructuras dramáticas. Con un conocimiento profundo del oficio teatral, a lo largo de su carrera ha alternado la dirección de sus propios textos con la adaptación de obras de repertorio.
La dirección del Centro Dramático Nacional, a partir de enero de 2020, inicia una nueva fase en una trayectoria, que comenzó hace más de veinte años con Como los griegos (1999), de Steven Berkoff. Gran número de sus trabajos se han estrenado en centros de producción del INAEM como el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, o el Teatro de la Zarzuela. Entre sus puestas en escena destacan aquellas de las que es autor y director, como Risas y Destrucción (2007), Sí, pero no lo soy (2008), Delicadas (2010) Días estupendos (2010), En la luna (2011), Aventura! (2012), La calma mágica (2014), La valentía (2018); y otros títulos que ha adaptado y dirigido: La cabeza del Bautista (2009), Esperando a Godot (2013), Luces de bohemia (2018), La dama boba (2017) o El barberillo de Lavapiés (2019).
Como director del Centro Dramático Nacional ha estrenado Macbeth (2020) y El bar que se tragó a todos los españoles (2021) y El Golem (2022).
Sanzol ganó en 2016 el Premio Nacional de Literatura Dramática por su obra La respiración y el XII Premio Valle-Inclán de Teatro en 2017 por La ternura. Ha sido distinguido con el Premio de Teatro de la Comunidad de Madrid y el Homenaje del Gobierno de Navarra por su carrera profesional, habiendo conseguido además ocho Premios Max de las Artes Escénicas: cinco como Mejor autor y tres como Mejor espectáculo.