La significación gráfica en la tradición de la escritura y edici



ISBN: 84-88659-53-9

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Hay una literatura que se escribe para ser hablada. Es distinta de la que se escribe para ser dicha: ésta pertence a la antigua Oratoria, parte de la Preceptiva, y sus discursos o conferencias solía terminar de una manera rotunda: "He dicho". La literatura hablada es la Dramática. Hablan una o varias personas: conversan, su diálogo debe parecer espontáneo, a veces causará sorpresa o entusiasmo, otras odio o indiferencia. Con arreglo a la espontaneidad, los representantes deben saber cuáles son sus movimientos, gestos, entradas o salidas, cómo relacionarse entre sí. El que escribe, el autor, tiene para ello las acotaciones. (...) En los orígenes en el que el teatro, o escritura dramática, no tenía soporte técnico, las acotaciones eran breves pero estaban contenidas en el texto, en el que se recalcaba el lugar de la acción, el tiempo transcurrido, o la sensación de horror, piedad o felicidad que podían experimentar los personajes que estaban lejanos al espectador y con luz de día. (...) La acotación, el grafismo completo de la obra de teatro, ha ido perdiendo importancia a medida que los directores de escena la han ganado. En ese exceso, las obras de teatro han llegado a llamarse "propuestas" que el autor hace al director para que éste las "realice" en actores o escenógrafos, iluminadores... El oscuro deseo de independizarse del autor para someterse al director de escena, el cual anota prolijamente el original de la primera escritura: hace él las acotaciones a lápiz para transformarlas en órdenes verbales. Pero la literatura dramática también se publica. Nadie conoce todo el teatro representado: se debe completar con en lo esencial con la lectura, y la lectura necesita acompañarse de todas las indicaciones. Es el lector el que, en su soledad, compone la escena, supone los actores: es el director de su propia imaginación...

84-88659-53-9

Ficha técnica

Editorial
Asociación de Autores de Teatro

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