Manuscritos hispánicos de las Bibliotecas de Parma y Bolonia



ISBN: 978-3-937734-67-5

99,00 €
Impuestos incluidos
Cantidad
Últimas unidades en stock

 

Paga de forma segura en nuestra tienda con tarjeta, transferencia o contrareembolso

 

Realizamos envíos a todo el mundo. Selecciona tu forma de envío en el proceso de compra.

 

Dispones de 15 días para tramitar cualquier devolución. Consulta condiciones.

Las tres Bibliotecas que son objeto de este estudio –la Biblioteca Palatina de Parma, la Universitaria y del Archiginnasio de Bolonia– tienen un origen relativamente reciente, pues las tres se constituyeron en el siglo XVIII.
La actual Biblioteca Palatina de Parma se fundó en 1761, con los fondos de las bibliotecas privadas de los príncipes Felipe y Fernando de Borbón y sus respectivas esposas. Dado su origen, es lógico que en ella se encuentren un gran número de libros españoles. La Biblioteca es famosa entre los hispanistas por su rica colección de impresos y manuscritos de teatro español del siglo XVII y primera mitad del siglo XVIII. Hay cincuenta y seis volúmenes con manuscritos, que contienen un baile, 15 loas, 14 entremeses, 24 autos sacramentales y 240 comedias. Pero no son sólo de obras teatrales barrocas los manuscritos españoles que guarda la Biblioteca Palatina, sino que también se conservan textos medievales y de los siglos XVI y XVII, de temas muy variados, algunos de ellos verdaderas joyas bibliográficas.
La fundación de la Biblioteca Universitaria de Bolonia, por su parte, podemos fecharla en 1712. Esta Biblioteca cuenta con el mayor número de manuscritos latinos de autores españoles, algunos de gran interés. Como en la anterior, tampoco faltan las crónicas, libros de materia religiosa, lingüística, ejemplares poéticos, teatrales y de materia histórica.
Más tardía la fundación de la Biblioteca del Archiginnasio, pues se instaló como Biblioteca pública de la ciudad en 1846. Los fondos españoles proceden, en su mayor parte, de la biblioteca de Joaquín Muñoz, un español que vivió en esa ciudad y dejó en testamento al Archiginnasio unos 11730 volúmenes, impresos o manuscritos con una colección de mapas, autógrafos –algunos de jesuitas expulsos– y retratos. Era un polígrafo, en todo el sentido de la palabra, y sus manuscritos presentan una documentación vasta, compleja y, desde muchos puntos de vista, una mina original para el estudio de la primera mitad del siglo XIX. Tradujo al italiano y adaptó muchas obras literarias españolas.
Si en las bibliotecas italianas estudiadas anteriormente predominan los textos medievales o del Siglo de Oro, estas tres completan, con sus contenidos, un arco temporal que nos permite iluminar mejor las estrechas y complejas relaciones históricas y literarias entre España e Italia. El formato, los criterios de descripción y los índices son iguales a la obra anterior.

María Teresa Cacho es Profesora titular de Literatura Española en la Universidad de Zaragoza. Su interés por la transmisión manuscrita se remonta a su tesis de licenciatura sobre El Cancionero de Pedro de Rojas, 1582 (ms. 3924 de la Biblioteca Nacional de Madrid) y su tesis de doctorado sobre la obra poética de Fray Jerónimo de San José. Ha publicado también numerosos estudios sobre textos manuscritos, conservados tanto en España como en Italia, entre otros: Poemas españoles manuscritos del Fondo Ottoboniano de la Biblioteca Apostólica Vaticana, Canciones españolas en manuscritos musicales de la Biblioteca Nacional de Florencia, Manuscrios españoles conservados en la Biblioteca Cívica de Verona y los dos volúmenes de Manuscritos Hispánicos en las Bibliotecas de Florencia.

 

 

978-3-937734-67-5

Ficha técnica

Editorial
Reichenberger ediciones

16 otros productos en la misma categoría: