El sonido del viento es afilado

El sonido del viento es afilado es un diálogo a pulsos, ingenioso y vivaz entre varias voces: las que corresponden a las mujeres que viven en un un piso de un edificio en una isla, la cual parece haberse convertido en una especie de cárcel para inmigrantes.

La perturbadora presencia sonora de unos tacones en el piso de arriba es el desencadenante de una acción que se presenta adherida a la palabra misma y que parece no necesitar más que de su propia resonancia para ser llevada a cabo.  Amelie Blume construye en esta obra una atmósfera casi asfixiante y cercana a lo onírico a través del lenguaje y desde su función poética. En ella, los personajes se difuminan dentro del coro para dejar que el sonido de sus voces nos envuelva y nos atrape.