La prosa irreverente y lúdica de Alfred Jarry nos revela no sólo una preocupación permanente por la renovación del lenguaje y de las formas, sino también una aguda percepción de las contradicciones que hacen a la naturaleza humana.
"La crítica suele asignarle a esta novela un carácter fuertemente autobiográfico, y es cierto que no podemos negar os vínculos entre los aconecimientos narrados (si es que pude hablarse aquí, en forma cabal, de contecimiento y diégesis) y algunos aspectos de la vida de Jarry. No es que las preferencias sexuales del autor sean determinantes para una aproximación más oportuna a los sentidos desplegados por un texto; sin embargo sería erróneo, en este caso, dejar de mencionarlas. Y más allá de los 'rumores' o las palabrass 'equívocas' u 'oblícuas' que definieron el carácter de las relaciones íntimas de Jarry, algunos de sus textos señalan un deseo homoerótico asociado siempre con la violencia, la pérdida y la muert, pero también a un tormento, con respecto a la temática del doble, que no halla una resolución uniforme y que pareciera poder seosegarse únicamente, y por un breve instante, en el repliegye solipsista.