Mercado Negro. Las cebras blancas

Una cebra blanca nació en una reserva de animales sudafricana, y fue adoptada por los supremacistas como mascota. Unos meses más tarde, algo inesperado sucedió en la reserva de animales que le enfrentó con los supremacistas blancos. La acusaron de maltratar a la cebrita blanca. Su asociación animalista que velaba por el bienestar animal, demandó a la reserva de animales. Un joven abogado inglés afincado en Johannesburgo, fue elegido para llevar el caso. De hecho, presentó la demanda ante el juzgado, y que dicha demanda fue admitida a trámite. Resulta que, el día de la celebración de la vista, y mientras transcurría el juicio, de repente; George fue detenido por agentes del servicio de Inteligencia, y fue expulsado del país, de manera fulminante. Su pareja, Sade, una chica sudafricana nativa de Johannesburgo, fue detenida y encarcelada. Paz, la hija de ambos, que tenía tan solo dos añitos, fue arrancada de los brazos de su abuela, y fue dada en adopción a otra familia. George se vengó del servicio de Inteligencia apartheitista: le metió dos goles por la escuadra en su propio campo, y en Londres, levantó la copa del campeonato de la inteligencia y de la astucia. Mientras los derrotados, lloraban y lamentaban lo que les había sucedido. La vida da muchas vueltas: años más tarde, el muro del Apartheid se desmoronó. Entonces, George volvió a Johannesburgo, y (...)

La segunda historia es un relato basado en hechos reales. Tuvo lugar en Sudáfrica y en España. El príncipe Ubhauti Wami sufrió una barbaridad en este país.