Attitude I. De estudiante a bailarín

¿EL bailarín nace o se hace?

Hay personas con un talento especial que parecen haber nacido para moverse encima de un escenario. Poseen el "duende", el sentimiento, el fuego, la pasión y ese "algo especial" que diferencia a los verdaderos artistas.

Pero lo que de verdad tienen es determinación. Paciencia. Constancia. Voluntad. Perseverancia. 

Tener talento o facilidad para bailar es muy bonito, pero para llegar a algo en la profesión, superar los innumerables escollos en el camino y no rendirse ante las dificultades lo más importante es el trabajo, el día  adía, la rutina de las clases, la repetición, y muchos, muchos años de práctica silenciosa y a veces solitaria. No hay otra manera de ser bailarín. No hay atajos. 

El camino mágico de la danza está lleno de asuntos prácticos que el estudiante de danza debe conocer. En este libro se abordan algunos de estos asuntos relativos a la educación en la danza. Muchos bailarines llegaron a la danza por inspiración, por necesidad emocional. incluso por casualidad. Tuvieron un sueño y se vieron predestinados a esta profesión. Entonces fueron a las clases de danza y se pasaron muchos y largos años dando forma a ese sueño para convertirlo en realidad. En éste libro te contamos cómo fue.