Artez 176 (diciembre 2011)

Aproximar posturas para ser más fuertes y solidarios

Entramos en otra época. Una nueva etapa política, dentro de una crisis económica sistémica que parece corroer los cimientos mismos del juego democrático en Europa, por lo que es el momento de ponerse todos a colaborar, a acercar posturas, a dejarse de los apriorismos, de las fobias y filias, olvidar los agravios, reales o ficticios, y colocarse en una actitud receptiva y solidaria para afrontar lo más cohesionados posible los tiempos que llegan que se aventuran duros para la Cultura entendida como un bien de disfrute común por toda la ciudadanía.
Cada cual desde su lugar de destino, para que el daño sea el menor posible. Aprovechando todas las energías existentes, intentando convencer a las autoridades del valor real de la Cultura, y muy especialmente de las Artes Escénicas, no solamente como un bien de ocio singular, un entretenimiento que ayuda a crecer a los individuos, sino también remarcando su valor de cambio, lo que tiene de generación de economía, de los puestos de trabajo que abarca.
Superar todas las reticencias, acabar con los banderizos, hablar y tomar decisiones conjuntas, para aportar a los nuevos gestores de los asuntos culturales la necesidad de mantener un apoyo a la creación, la producción, la exhibición, las giras, porque se trata de algo tan necesario para la identidad y el crecimiento de
los individuos como la educación.
La realidad es demasiado tozuda, casi cada día desaparece un bien casi irrecuperable: un festival, un encuentro, una compañía, la supresión de una programación. Malos síntomas, pero justamente en esta situación que provoca tanto miedo, hay que apartarse de dogmatismos y buscar todas las soluciones posibles, desde todas las ideas. Tenemos tres puntos básicos, las producciones, privadas, públicas o mixtas que generan obras, que deben ser vistas, y eso se debe hacer en los teatros, en los edificios que pueden verse desocupados por falta de presupuestos, y es en esos lugares, donde se deben encontrar con los públicos. En este triángulo debemos operar. Producir, crear, exhibir, para crear públicos, que deben ser los que sostengan con su presencia parte de la actividad. En paralelo hay que atender la formación, la difusión, las maneras de llegar por todos los medios al conocimiento de los posibles públicos.
Y hay que atender tanto a las poblaciones urbanas de amplia demografía y posibilidades, como a los lugares de población media. Buscando el equilibrio. Y esto lo debe hacer la profesión en su conjunto, con un compromiso generoso, mano a mano con los gestores públicos o privados y los responsables políticos contando con la complicidad de los medios de comunicación.

RETOMAMOS NUESTRO TEMA
Tras dos meses que por motivos de ajustes de la pauta no hemos publicado la sección NUESTRO TEMA, volvemos a ella, siguiendo con la saga dedicada a las Artes Escénicas y la Memoria Histórica, y lo hacemos con dos colaboraciones muy significativas. Un texto que estaba a punto desde hace tiempo de Alfonso Sastre, y otro de David Ladra. Dos aproximaciones al tema que nos abre nuevas ventanas al asunto.

EN LA ENCRUCIJADA
Nuestros lectores del País Vasco reciben una guía local denominada INFOARTEZ. Por cuestiones de ajustes, para no seguir cayendo en un agujero negro, la que entregamos con este número va a ser la última. La cerramos, provisionalmente a la espera de respuestas institucionales más concretas. Lo hacemos para intentar mantener viva a esta revista ARTEZ. Lucharemos por mantenerla, en las mejores condiciones, sin variar formato, frecuencia y contenidos. Las circunstancias no son propicias y con una redacción profesionalizada y, una descapitalización constante, con problemas de morosidad y/o demora en los pagos, estamos caminando por el borde del abismo. No podemos endeudarnos ni autoexplotarnos más. Pelearemos por mantenerla, pero no tenemos ninguna seguridad de poder seguir por muchos meses. Potenciaremos nuestro periódico digital complementario o como única alternativa.

FE DE ERRATAS
Tenemos la sensación de que se nos cuelan demasiadas erratas, que la presión nos hace saltarnos demasiados controles y olvidamos tomar más precauciones, pero en el número anterior, el 175, cometimos una de esas erratas incomprensibles, que nos dejan anonadados. Pedimos perdón, primero a los afectados, el Festival Teatre Màgic que se celebra en La Canonja y Tarragona y no en Barcelona como publicamos, y después a todos nuestros lectores.
Carlos Gil Zamora